El agua es el principal componente de nuestro cuerpo (entre el 65% y 70% del cuerpo de un adulto está compuesto por agua). Por lo tanto podemos deducir que estar correctamente hidratados es necesario para que el organismo pueda funcionar bien.

Más aun cuando hacemos deporte, ya que perdemos más agua de lo habitual a través de la sudoración y con el agua perdemos minerales. Esta pérdida de agua y minerales puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca, la aparición de calambres y fuertes dolores de cabeza, lo cual puede afectar nuestro rendimiento y desempeño, sin mencionar el riesgo de vida.